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La Santa Casa da Misericórdia de Belmonte da la bienvenida a unos 100 usuarios: un universo enorme, con sus propias rutinas y mucho trabajo entre bastidores. En el centro de esta dinámica se encuentra Andrea Matías, animador sociocultural, que coordina las actividades en Lar de Belmonte y, una vez a la semana, en el ERPI de Carvalhal Formoso.
Para Andrea, cada día es un equilibrio entre organización, creatividad y atención. Y es en este contexto en el que Sioslife se ha convertido en parte de la rutina de la institución durante los últimos cinco años.
Con tantos usuarios y realidades diferentes, Andrea aprendió a ajustar las actividades al ritmo de cada persona. En su propia expresión:
«No siempre puedo realizar las actividades que idealizo... Tengo que adaptar muchas cosas. Pero lo importante es que estén involucrados».
La institución creció, las necesidades cambiaron y, como ella describe, la carga diaria exige pensar en formas prácticas y accesibles de mantener a todos integrados. Aquí es donde entra en juego Sioslife: una herramienta que ayuda a simplificar, organizar y hacer que las actividades sean más inclusivas.
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La Santa Casa da Misericórdia de Belmonte utiliza Sioslife desde finales de 2019. Durante la pandemia, cuando el contacto cara a cara dejó de existir, la plataforma se hizo indispensable. Las videollamadas aseguraron que las familias permanecieran presentes, incluso cuando todo lo que les rodeaba estaba suspendido.
Cinco años después, esta funcionalidad sigue siendo uno de los pilares de la institución, organizada de manera rigurosa y consistente:
«Lunes, martes, miércoles y viernes de 14:00 a 15:30 con llamadas de 15 minutos, todas grabadas por adelantado con los miembros de la familia».
Andrea habla de este sistema con orgullo:
«Así es como logramos llegar a todos. Y ya saben que, en ese momento, es el momento de hablar con la familia».
El horario fijo proporciona estructura al día, evita interrupciones y permite a Andrea organizar las actividades restantes sin que la llamen constantemente para pedir ayuda. Como muchos usuarios ya son autónomos en el proceso, ese intervalo también se convierte en un momento en el que puede continuar con otras tareas importantes.
Pero el impacto no solo se siente dentro del hogar, sino que también llega a las familias.
Andrea explica cómo funciona justo después del primer contacto:
«Inmediatamente les digo a los miembros de la familia los horarios. Es importante que permanezcan presentes».
Y la verdad es que continúan. El formato que ofrece Sioslife, con una pantalla grande, una imagen estable y un sonido nítido, crea una sensación de presencia mucho más inmersiva que una llamada desde un teléfono celular. Los usuarios ven mejor, oyen mejor y sienten esa cercanía que es tan difícil de transmitir desde la distancia.
El resultado de este proceso continuo es visible: con el tiempo, muchos residentes llegaron a dominar el sistema. Hoy en día, hay momentos que muestran bien esta evolución:
«Sra. Teresa, tiene una llamada ahora. Vaya al Sistema y llame a su hijo».
Y lo hará.
Encienda la computadora, inserte la tarjeta e inicie la llamada por sí sola, naturalmente.
Lo que comenzó como una necesidad se convirtió en una rutina sólida, que trajo autonomía, previsibilidad y momentos más significativos para quienes viven en la institución.
Cuando empezó, Andrea siguió casi cada momento de uso de la plataforma. Hoy en día, la realidad es diferente:
«Hay usuarios que ya saben cómo encender el ordenador, insertar la tarjeta e ir solos a los juegos».
Los juegos cognitivos son parte de la rutina de muchos residentes y algunos prefieren jugar según su propio horario. Entre los favoritos se encuentran:
Esta evolución es, para Andrea, uno de los mayores activos de Sioslife.

Durante la pandemia, Andrea vivió un momento que nunca olvidará.
Una usuaria, debido a la sordera y a la dificultad para entender las llamadas telefónicas, creyó que su hijo había muerto. Solo a través de una videollamada en Sioslife pudo volver a verlo.
«Fue muy emotivo... ella lloró, yo lloré. Fue solo al ver su rostro que se lo creyó».
Otro episodio afectuoso involucra a un usuario que cree que la voz del sistema pertenece a una persona real, e incluso la llama por su nombre. Peter.
Andrea se rió a carcajadas:
«Ella le habla a 'Pedro' como si estuviera allí. Es tan genuino que incluso nosotros sonreímos».
Son estas historias cortas las que muestran cómo Sioslife no es solo una herramienta: es un medio que crea momentos, reúne a las personas y facilita experiencias que de otro modo serían casi imposibles.
