Rita Gaspar: cuando Sioslife se convierte en el nexo entre historias y personas

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2025-10-27
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Cambiar de institución rara vez es sencillo. Hay nuevas rutinas, nuevas personas, nuevos contextos, y un deseo común: crear conexiones.
Para Rita Gaspar, animadora sociocultural, esta transición de Lar São Brás, en Leiria, a la Santa Casa da Misericórdia de Pombal fue más ligera porque redescubrió una herramienta que ya formaba parte de su forma de trabajar: Sioslife.

«Era como llegar a una casa nueva, pero con un amigo esperando. Ya conocía el sistema, sabía dónde estaba todo, y así tuve tiempo para dedicarme a lo que realmente importa: las personas».

Un «rompehielos» tecnológico que abre corazones

En Misericórdia de Pombal, Rita se dio cuenta de que Sioslife podía ser mucho más que una plataforma de actividades: podía ser una forma de conocer a personas cerradas, tímidas o con dificultades de expresión.

«Hay usuarios que nos ponen a prueba en los primeros días, no hablan, no sonríen. Así que abro la tableta y empiezo con algo sencillo. Una canción, una misa, un vídeo... y el hielo empieza a derretirse».

Este fue el caso de una señora muy reservada, que de vez en cuando veía misa por televisión. La diferencia es que, con Sioslife, la experiencia pasó a ser personal y cercana.

«Decidí poner la misa de Fátima en la tablilla, solo para ella. Quería mostrarle que podía ver y oír a su propio ritmo, sin distracciones. Poco a poco empezó a hablar, a reír, a compartir pequeñas cosas. Hoy me recuerda: «¡Rita, no olvides que es el día de la misa! '— creamos una amistad de esa manera».

Al otro lado de la historia: los amigos entre Leiria y las Azores

Aún en Lar São Brás, Rita acompañó a una usuaria que había vivido en las Azores durante muchos años y que echaba de menos la tierra y a las personas que vivían allí. Gracias a la aplicación de la red social Sioslife, consiguió crear algo especial: una amistad digital entre dos usuarios de Sioslife con historias cruzadas por el mar.

«Hablaste mucho sobre las Azores y sobre cómo echabas de menos saber cómo te iba allí. Un día pensé: ¿y si intentamos encontrar a alguien de allí con quien pudiera hablar?»

Con el apoyo del equipo de Sioslife, encontraron un usuario en las Azores, también usuario de la plataforma, e hicieron una videollamada.
El resultado fue mágico.

«Era como si se hubieran vuelto a encontrar después de años. Hoy en día, siguen enviándose fotos a través de la aplicación. Crearon una amistad a distancia, llena de recuerdos, risas y buena nostalgia».

Para Rita, este momento mostró el verdadero propósito de la tecnología: unir a personas que nunca se conocerían.

Menos tiempo para planificar, más tiempo para observar

Con Sioslife, Rita no tiene que perder tiempo planificando actividades o imprimiendo materiales.

«La plataforma lo tiene todo listo: juegos, vídeos, música, cuestionarios. Esto me permite estar realmente con los usuarios: observar, escuchar y entender lo que necesitan».

Durante las actividades, utilice la plataforma como una herramienta de observación silenciosa:

  • observe con atención quién participa,

  • quien reacciona a los estímulos,

  • que demuestra emociones a través de gestos y expresiones.

«Mientras juego o veo vídeos, aprendo sobre ellos. Sioslife me muestra quién está más triste, más atento o más motivado, sin que tengan que decir una palabra».

La continuidad que tiene sentido

Al redescubrir Sioslife en Misericórdia de Pombal, Rita sintió que su forma de trabajar podía seguir evolucionando, sin interrupciones.

«No tuve que volver a aprender nada. Ya estaba familiarizada con el sistema, lo que me dio la confianza necesaria para empezar a simplificar las actividades y crear conexiones de inmediato. Es una buena continuidad: la tecnología nos acompaña, en lugar de frenarnos».

Básicamente, lo que más valora Ana Rita Gaspar no es la cantidad de actividades realizadas, sino El tiempo que ganas para estar de verdad con la gente.
El momento de notar los silencios, de notar cuando una mirada cambia, de escuchar una historia que solo aparece cuando alguien se siente como en casa.

«Sioslife me ayuda a llegar a ellos. La tecnología está en segundo plano, lo que queda es la sonrisa, la conversación, la relación».

Y quizás ese sea el mayor impacto de Sioslife en las instituciones:
No es un sustituto del toque humano, pero Dale espacio para que florezca.

Animadora sociocultural de la Santa Casa da Misericórdia de Pombalana Rita Gaspar